Sí,
así como suena… me acaban de joder la siesta. Eso, en boca de un español de
clase media es algo muy gordo, porque siendo algo sagrado (perdónenme los
laicistas), una de las pocas cosas que aún nadie me puede negar, alguien ha
hecho méritos para que mi plácido solac digestivo se haya visto enturbiado y no
solo por las voces de mi vecina de tabique hablando con el otro lado del
charco, que digo yo que con ese volumen se podía ahorrar la cuota telefónica,
sino porque si bien la televisión me ayuda a conciliar el sueño por la cantidad
de tonterías que retransmite, hoy no he podido evitar prestar atención a la
sarta de gilipolleces que estaba oyendo en loor de la “libertad de expresión”
con la Sra. Carmena y la Sra. Maestre a cuenta de la sentencia por delito
contra los sentimientos religiosos.
Pues bien; eso voy a hacer,
practicar de esa libertad de expresión así, a “calzón quitáo” que diría algún
castizo. Con mis 45 recién estrenados, si ya antes no tenía por cuestión callar
mi opinión, voy a hacer honor a esa supuesta libertad sin miramientos porque yo
lo valgo, que diría el anuncio de L'oréal de hace 40 años.
Vamos a imaginar… Digamos el Sr.
Iglesias, Sr. Monedero, Sra. Camena, Sra. Maestre… en una de sus asambleas y entra
Paco gritando a pleno pulmón “Viva España”, “Viva Franco”, “Fuera rojos”… ¿me
van a hacer creer que nadie le iba a tapar la boca? ¿Me van a convencer que
nadie iba, sino sacar la mano o el puño a pasear, a soltar una sarta de
improperios de tamaño del Kremlin? No. Estoy seguro y me juego el cuello y el
culo a que nadie, empezando por los propios Sres. Iglesias, Monedero, Carmena o
Maestre (perdón por utilizar el masculino genérico en vez de la @, será que soy
machista) que serían los primeros en expresar las tendencias fascistas del
individuo. Desde luego que no les faltaría razón, pero… ¿qué me dicen de su
libertad de expresión? ¿acaso el fascista y facha “de mierda” ese no la tiene?
Y es que digan lo que digan, plantarse en una capilla, católica en este caso, y
liarla parda gritando improperios y haciendo un mal amago de despelote no es
cuestión de libertad de expresión, es simple y llanamente falta de educación y
respeto al igual que lo sería Paco el facha colándose en una asamblea de rojos
con sus salvas a la Patria. Se llevaría una somanta de hostias como panes y
punto. ¿Qué es lo que pasa?, que en este caso ha sido la justicia la que ha
dictado sentencia, y claro, la justicia cuando absuelve, léase el caso de
Mónica González, concejala de Podemos en Puerto Real, es justa, pero en este
otro caso hay que recurrir porque la justicia es ciega y no ve el derecho a la
libertad de expresión en el cante dado por una panda de irrespetuosos anti
todo. Cierto… no podemos comparar la libertad de creencia con la libertad de
pensamiento político, en eso no había caído, fíjate tú, dónde vamos a ir a
parar.
Hace tiempo que lo llevo diciendo:
La Iglesia debe de salir de los centros educativos, sean del nivel que sean
pero, volviendo a la libertad de expresión y libertad personal, hay mucha gente
que necesita mirar al cielo, o al horizonte, o al infierno, lo mismo me da, y
para eso pide un espacio. Es curioso como hay gente criticando por las capillas
en universidades y hospitales y a la vez promueven la creación de mezquitas y
sinagogas… porque España es un país laico y de libre expresión: y una mierda. Creemos
espacios ecuménicos. Rincones en los que el que le dé la gana, sin referirse a
credos ni dioses concretos, tenga un sitio donde recogerse, donde pensar, donde
meditar, donde rezar, donde compartir, donde CONOCER. Alguno puede pensar
porqué remarco la palabra conocer, y la respuesta es muy simple; Hace años tuve
un profesor que me enseño una frase que se me quedó grabada a fuego: “la
ignorancia es muy atrevida”, y es una gran verdad. La gran mayoría de nosotros
opinamos de las cosas sin tener ni pajolera idea de la realidad de la que
opinamos, sino por lo que hemos oído o leído; de leer ahora también me voy a
referir, pero lo que quiero ahora es que veamos que somos una panda de
analfabetos que aunque no lo reconozcamos hablamos de lo que no sabemos y
opinamos de lo que no tenemos ni idea y en el caso de las religiones y credos,
aunque estos sean en el mismo Satanás o en lo que algunos llaman La Razón,
somos todos especialistas en abrir la boca para soltar lo que creemos, no lo
que sabemos, y lo que es peor, incapaces de reconocerlo.
Ahora voy a por lo de “leer”. Estoy
igualmente hasta los “pendientes reales” y perdónenme los republicanos y
antimonárquicos, de oír hablar de la manipulación de la prensa, sea escrita o
visionada.
Desde siempre me enseñaron a beber
de todas las fuentes para crearme mi propia opinión; curioso viniendo de unos
padres de postguerra más bien derechones, aunque a pesar de todo, unos padres con
gran sentido común. Esto te hace descubrir que por supuesto no existe el
periodismo objetivo, y de esto también he hablado antes en algún post de este
blog, pero digo yo... Si el ABC o Intereconomía es prensa facha, fascista y
manipuladora de derechas, el diario Público o el programa “La tuerca”… ¿son neutrales? ¿son menos manipuladores?, ¿son objetivos?... anda yaaaaaaaaaa. Entiéndanse
ABC, Intereconomía, Público o “La Tuerca” como muestra, que de nombres
podríamos hablar hasta secarnos la boca. Nadie en su sano juicio, aunque parece
que hay mucha gente que lleva toda una vida buscándolo, diría que la verdad la
refleja un periódico o una cadena televisiva en concreto y el que lo crea así
es un puro ignorante. Esto podríamos ampliarlo a multitud de ámbitos, políticos,
nacionales, internacionales y el sursum corda. Está muy claro: los de derechas
leerán el ABC, los de izquierdas el Público, y los carajotes como yo leemos los
dos; la diferencia, que los fachas serán más fachas, los rojos más rojos y
algunos intentamos, no nadar entre dos aguas como Paco de Lucía, sino tener un
criterio propio, fuera de disciplinas de partido ni de reseñas políticas
impuestas por ideologías de turno.
Otra cosita que quiero recordar a
los “Señores de los sillones”: Yo juraría que en las llamadas “asambleas” y en
los mítines preelectorales jamás se planteó ni contempló otra cosa que no fuese
ganar las elecciones. Los pactos no valían, solo valía la victoria. La reciente
historia nos dice que no ganaron, pero ellos en un ataque de amnesia tuvieron
la prisa no solo de buscar un pacto, sino hacerlo pidiendo nada más y nada
menos que cinco de esos sillones y carteras, y precisamente, y qué casualidad,
ninguna referente a sus proclamas sociales por el bien común… eso me da qué
pensar en aquello que llamaba… ¿casta?
Otra cosita sobre la libertad de
expresión. Según la Audiencia de Madrid, cuando se repitieron hacia los
diferentes personajes políticos de derechas,
los llamados escraches eran «un mecanismo ordinario de participación democrática de la sociedad civil y
expresión del pluralismo de los ciudadanos», y no dejaron de serlo por la
«particularidad de haberse producido frente al domicilio de la vicepresidenta
del Gobierno» para regocijo de la gente de izquierdas. Curioso que hace poco,
el Concejal de Seguridad de Madrid, presente en alguno de los acontecimientos
antes mencionados, tachó de “acoso” cuando sufrió en sus carnes este mismo
“mecanismo de participación democrática”. Esto como todo: “a los demás que les
den, pero a mí ni el bigote una gamba”.
Sí; ahora toca la ráfaga a la que ya
estoy acostumbrado de que si soy de derechas, que si soy de Fachadolid, que si…
pues ná, lo mismo me da, me la sopla y me la barniza a dos tiempos, porque
cuando he tenido que largar sobre la derecha y la Iglesia lo he hecho y bastante
más a menudo que de los amantes del “colorao” y fíjate tú que hoy le ha tocado
a esta gente que ya me tienen cansado de tanto “digo Diego donde dije digo” y
poco he soltado de todo lo que tengo en mis alforjas.
Está claro que la siesta no la voy a
echar, pero: ¿y lo a gustito que me he quedado?
Un saludo y apretón de mano
izquierda.
Juan J. López Cartón.
PD. Por cierto, estoy esperando que
estos libertarios de la expresión tengan los cojones y los ovarios de hacer lo
mismo que en cualquier capilla en una sinagoga o mejor… en una mezquita, que en
España también las hay. Como diría uno de mi pueblo: ¿a que no hay huevos?
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