viernes, 18 de marzo de 2016

ME ACABAN DE JODER LA SIESTA



            Sí, así como suena… me acaban de joder la siesta. Eso, en boca de un español de clase media es algo muy gordo, porque siendo algo sagrado (perdónenme los laicistas), una de las pocas cosas que aún nadie me puede negar, alguien ha hecho méritos para que mi plácido solac digestivo se haya visto enturbiado y no solo por las voces de mi vecina de tabique hablando con el otro lado del charco, que digo yo que con ese volumen se podía ahorrar la cuota telefónica, sino porque si bien la televisión me ayuda a conciliar el sueño por la cantidad de tonterías que retransmite, hoy no he podido evitar prestar atención a la sarta de gilipolleces que estaba oyendo en loor de la “libertad de expresión” con la Sra. Carmena y la Sra. Maestre a cuenta de la sentencia por delito contra los sentimientos religiosos.

            Pues bien; eso voy a hacer, practicar de esa libertad de expresión así, a “calzón quitáo” que diría algún castizo. Con mis 45 recién estrenados, si ya antes no tenía por cuestión callar mi opinión, voy a hacer honor a esa supuesta libertad sin miramientos porque yo lo valgo, que diría el anuncio de L'oréal de hace 40 años.

            Vamos a imaginar… Digamos el Sr. Iglesias, Sr. Monedero, Sra. Camena, Sra. Maestre… en una de sus asambleas y entra Paco gritando a pleno pulmón “Viva España”, “Viva Franco”, “Fuera rojos”… ¿me van a hacer creer que nadie le iba a tapar la boca? ¿Me van a convencer que nadie iba, sino sacar la mano o el puño a pasear, a soltar una sarta de improperios de tamaño del Kremlin? No. Estoy seguro y me juego el cuello y el culo a que nadie, empezando por los propios Sres. Iglesias, Monedero, Carmena o Maestre (perdón por utilizar el masculino genérico en vez de la @, será que soy machista) que serían los primeros en expresar las tendencias fascistas del individuo. Desde luego que no les faltaría razón, pero… ¿qué me dicen de su libertad de expresión? ¿acaso el fascista y facha “de mierda” ese no la tiene? Y es que digan lo que digan, plantarse en una capilla, católica en este caso, y liarla parda gritando improperios y haciendo un mal amago de despelote no es cuestión de libertad de expresión, es simple y llanamente falta de educación y respeto al igual que lo sería Paco el facha colándose en una asamblea de rojos con sus salvas a la Patria. Se llevaría una somanta de hostias como panes y punto. ¿Qué es lo que pasa?, que en este caso ha sido la justicia la que ha dictado sentencia, y claro, la justicia cuando absuelve, léase el caso de Mónica González, concejala de Podemos en Puerto Real, es justa, pero en este otro caso hay que recurrir porque la justicia es ciega y no ve el derecho a la libertad de expresión en el cante dado por una panda de irrespetuosos anti todo. Cierto… no podemos comparar la libertad de creencia con la libertad de pensamiento político, en eso no había caído, fíjate tú, dónde vamos a ir a parar.

            Hace tiempo que lo llevo diciendo: La Iglesia debe de salir de los centros educativos, sean del nivel que sean pero, volviendo a la libertad de expresión y libertad personal, hay mucha gente que necesita mirar al cielo, o al horizonte, o al infierno, lo mismo me da, y para eso pide un espacio. Es curioso como hay gente criticando por las capillas en universidades y hospitales y a la vez promueven la creación de mezquitas y sinagogas… porque España es un país laico y de libre expresión: y una mierda. Creemos espacios ecuménicos. Rincones en los que el que le dé la gana, sin referirse a credos ni dioses concretos, tenga un sitio donde recogerse, donde pensar, donde meditar, donde rezar, donde compartir, donde CONOCER. Alguno puede pensar porqué remarco la palabra conocer, y la respuesta es muy simple; Hace años tuve un profesor que me enseño una frase que se me quedó grabada a fuego: “la ignorancia es muy atrevida”, y es una gran verdad. La gran mayoría de nosotros opinamos de las cosas sin tener ni pajolera idea de la realidad de la que opinamos, sino por lo que hemos oído o leído; de leer ahora también me voy a referir, pero lo que quiero ahora es que veamos que somos una panda de analfabetos que aunque no lo reconozcamos hablamos de lo que no sabemos y opinamos de lo que no tenemos ni idea y en el caso de las religiones y credos, aunque estos sean en el mismo Satanás o en lo que algunos llaman La Razón, somos todos especialistas en abrir la boca para soltar lo que creemos, no lo que sabemos, y lo que es peor, incapaces de reconocerlo.

            Ahora voy a por lo de “leer”. Estoy igualmente hasta los “pendientes reales” y perdónenme los republicanos y antimonárquicos, de oír hablar de la manipulación de la prensa, sea escrita o visionada.

            Desde siempre me enseñaron a beber de todas las fuentes para crearme mi propia opinión; curioso viniendo de unos padres de postguerra más bien derechones, aunque a pesar de todo, unos padres con gran sentido común. Esto te hace descubrir que por supuesto no existe el periodismo objetivo, y de esto también he hablado antes en algún post de este blog, pero digo yo... Si el ABC o Intereconomía es prensa facha, fascista y manipuladora de derechas, el diario Público o el programa “La tuerca”… ¿son neutrales? ¿son menos manipuladores?, ¿son objetivos?... anda yaaaaaaaaaa. Entiéndanse ABC, Intereconomía, Público o “La Tuerca” como muestra, que de nombres podríamos hablar hasta secarnos la boca. Nadie en su sano juicio, aunque parece que hay mucha gente que lleva toda una vida buscándolo, diría que la verdad la refleja un periódico o una cadena televisiva en concreto y el que lo crea así es un puro ignorante. Esto podríamos ampliarlo a multitud de ámbitos, políticos, nacionales, internacionales y el sursum corda. Está muy claro: los de derechas leerán el ABC, los de izquierdas el Público, y los carajotes como yo leemos los dos; la diferencia, que los fachas serán más fachas, los rojos más rojos y algunos intentamos, no nadar entre dos aguas como Paco de Lucía, sino tener un criterio propio, fuera de disciplinas de partido ni de reseñas políticas impuestas por ideologías de turno.

            Otra cosita que quiero recordar a los “Señores de los sillones”: Yo juraría que en las llamadas “asambleas” y en los mítines preelectorales jamás se planteó ni contempló otra cosa que no fuese ganar las elecciones. Los pactos no valían, solo valía la victoria. La reciente historia nos dice que no ganaron, pero ellos en un ataque de amnesia tuvieron la prisa no solo de buscar un pacto, sino hacerlo pidiendo nada más y nada menos que cinco de esos sillones y carteras, y precisamente, y qué casualidad, ninguna referente a sus proclamas sociales por el bien común… eso me da qué pensar en aquello que llamaba… ¿casta?

            Otra cosita sobre la libertad de expresión. Según la Audiencia de Madrid, cuando se repitieron hacia los diferentes personajes políticos de derechas,  los llamados escraches eran «un mecanismo ordinario de participación democrática de la sociedad civil y expresión del pluralismo de los ciudadanos», y no dejaron de serlo por la «particularidad de haberse producido frente al domicilio de la vicepresidenta del Gobierno» para regocijo de la gente de izquierdas. Curioso que hace poco, el Concejal de Seguridad de Madrid, presente en alguno de los acontecimientos antes mencionados, tachó de “acoso” cuando sufrió en sus carnes este mismo “mecanismo de participación democrática”. Esto como todo: “a los demás que les den, pero a mí ni el bigote una gamba”.

            Sí; ahora toca la ráfaga a la que ya estoy acostumbrado de que si soy de derechas, que si soy de Fachadolid, que si… pues ná, lo mismo me da, me la sopla y me la barniza a dos tiempos, porque cuando he tenido que largar sobre la derecha y la Iglesia lo he hecho y bastante más a menudo que de los amantes del “colorao” y fíjate tú que hoy le ha tocado a esta gente que ya me tienen cansado de tanto “digo Diego donde dije digo” y poco he soltado de todo lo que tengo en mis alforjas.

            Está claro que la siesta no la voy a echar, pero: ¿y lo a gustito que me he quedado?

            Un saludo y apretón de mano izquierda.

            Juan J. López Cartón.


            PD. Por cierto, estoy esperando que estos libertarios de la expresión tengan los cojones y los ovarios de hacer lo mismo que en cualquier capilla en una sinagoga o mejor… en una mezquita, que en España también las hay. Como diría uno de mi pueblo: ¿a que no hay huevos?

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